Buenos casi lunes para todos, afortunados ustedes que descansaron este dia dominical. Desafortunadamente a mi me tocó trabajar en este porquerioso domingo que se sintió como lunes. Les comentaría la felicidad que siento por sobre el asunto, pero en fin; divago. Amm, esta semana la parte dos de Hell's Gate, aun es el prologo, el horror ni si quiera empieza :yaoming:

Si no mal recuerdo en la parte anterior comenté que había reglas para leer esto, pero nunca las puse, ahí disculpen a Jaime, digo... Heimer. En todo caso, las reglas son sencillas, a lo largo de la lectura apareceran caracteres en rojo, esto significa que sigue una decisión. Despues de los caracteres pondre sus opciones en spoiler text, y dependiendo de lo que decidan pueden abrir dicho spoiler. Obviamente nadie los detiene de leer todo y pretender que nunca sucedió, pero en fin, si ustedes no se quieren divertir con esto pueden hacerlo. Si deciden hacer la lectura bien espero que se diviertan y descubran donde hicieron su primer error muajajaja. En fin aquí tienen la segunda entrega de esta historia.

Me presento una vez más, ya adentrado en las publicaciones del foro Mirai no Ilusiones. Trataré hoy día sobre un tema relativamente simple, y conocido para todos, pero tratado por prácticamente nadie. Nada menos que el tema de la Traición.

Para comenzar, hemos de definirla:

¿Qué es la traición?

Todos conocen el concepto específica y estrictamente como "Algo que rompe las promesas y acuerdos establecidos entre dos o más partes". Aún así, no lo es todo. Tal como en todo género humano nunca es tan simple, y nunca hay una sola cara a la moneda, ni un sólo color del espectro que define las emociones y aspectos relacionales.

Teniendo en cuenta que una promesa es "Un consenso hecho entre dos o más partes, que establece ciertas reglas entre ambos, las cuales no deben ser rotas", tenemos lo que se conoce naturalmente como Acuerdo de Palabra. Pero la palabra es frágil, distinta del papel y la tinta. ¿Qué hace a la palabra realmente sólida, y por ende a la promesa? Nada, excepto el concepto en que se basan las promesas.