Hells Gate 4


Si alguien aun lee esto, lo cual no estoy muy seguro por mas que quiero creer que a alguien le interesa, hola sigo aun vivo. Mi internet tuvo problemas y he estado con y sin internet por intervalo de un mes, por lo mismo no escribi nada para el aniversario. Posiblemente no habria tenido nada lindo que decir asi que de cierta manera es bueno que no haya tenido nada que decir. Por cierto les comento que me canse de hacer esto un relato de decisiones. ¿Para qué coño pongo decisiones si nadie las va a tomar? Meramente me entretendre con el cuento y explorare un poco de mis miedos con el. Amm... No se que mas decir, me luxe el dedo pulgar, amm... me resfrie la semana pasada, estoy yendo al gimnasio de nuevo asi que estoy en mejor condicion fisica... bah a quien le importa.


MI ANGEL 8

El temor de Ariel y Daniel.

    La semana de castigo de Alex se veía lejana. Nada parecía interrumpir la felicidad que hace mucho tiempo no sentía nada podía romper ese circulo que se había transformado de la tristeza y seriedad, a la alegría y tranquilidad que se respiraba en su casa. Sin embargo, a pesar de ser algo nuevo, él  sentía que eso ya lo había vivido, pero que esta vez, había vuelto para quedarse y que las extrañas imágenes que había tenido los últimos días, al fin habían desaparecido. Para él, esas visiones ahora  solo parecían sueños, sueños muy extraños que ya formaban parte del pasado.

Por el contrario, los retratos o sueños que parecían haber desaparecido en ese joven, se hacían cada vez más presentes en la mente de Samanta. Cada vez, ella tenía más recuerdos de alguien que jamás había visto. Tenía sueños de una chica que no había conocido, por que ya había fallecido. Ella no lograba entender lo que le estaba pasando, sin embargo, había alguien que al parecer si lo comprendía. 

¡No Puedes! 10


Decimo Imperativo: Planifica


“-Desde siempre.-”

Palabras que resonaban en ella por más tiempo del que hubiese esperado y con una fuerza que no la hacía dudar de lo correctas que eran a pesar de que no se las había esperado de manera tan sinceras proviniendo de aquel demonio que siempre era tan burlón con lo que decía. Lamentablemente ahora no era tiempo para quedarse embelesada con un amor prometedor sino que estar atenta a la amenaza que estaba allí afuera y tan cerca que podría decir que estaba cruzando la calle.

Para su mala suerte aquella idea que había tenido antes de dormirse era real, él estaba parado en la acera de en frente a la tienda de antigüedades, pues ya sabía que ella estaba allí, la sentía, la olía, todos sus sentidos la habían rastreado y llevado hasta allí, el lugar donde su presencia era mucho más fuerte por no haber salido durante días y porque allí ella se había alimentado constantemente. Se acomodaba sus cerdas rubias pasando su mano por la cabeza mientras miraba sin parpadear la ventana del cuarto donde se encontraba ella.