MI ANGEL 10



“Cerrando Heridas”

Los días pasaban, no había manera en que anastasia pudiera evadir  a su hermano, tuvo que enfrentar sus miedos, su desesperación y empezar a pensar como lo hacía antes de recordar quien era. Ella volvió a la escuela después de una semana, su agobio fue confundido fácilmente con la escusa de enfermedad, su tez lucía pálida y en su cuerpo se notaba el cansancio. Alex no la dejaba sola ni por casualidad siempre viendo que no le faltara nada, definitivamente se estaba portando como el novio ideal que cualquier chica querria, pero ella se notaba lejana a él. Las clases pasaron lentas ese día, aburridoras como nunca y al sonido de la campana todos se levantaron automáticamente de sus puestos, como gritando libertad, Alex extrañado por la frialdad de de su novia solo tendía a ayudarla en lo que podía.

-          Alex hoy saldré, ¿te importa que me valla sola a buscar a migue?, tengo que llegar rápido – mirándolo fijamente a la cara siendo lo más tierna que pudo sin estallar para decir la verdad.
-          Si, ¿segura que te sientes bien para irte sola? – pregunta le muchacho preocupado,
-          Tranquilo estoy bien - sonriéndose – me voy vallan con cuidado – toma sus cosas y sale del salón de clases.

No solo Alex quedo extrañado en ese momento, todo aquel que vio la escena logro entender que ella solo quiera alejarse lo más rápido que podía. El chico solo vio a alejarse a la joven, preocupado y extrañado por su actitud.


Mientras ella no tomo le camino a la escuela de Migue, si no uno muy diferente. Lo que actuaba en ella era la impulsividad de una adolescente, en su mente lo que menos rondaba era la misión que le habían dado. Ella sabia donde iba perfectamente al edificio donde su padre trabajaba, pero antes de que ella entrara Daniel la esperaba, pero no la detiene solo la ayuda a cruzar sin ser vista y ver a su padre, ambos pasaban entre las personas del edificio sin ser vistos, subieron al ascensor sin ser notados que estaban ahí. AL salir del elevador la primera oficina que vio al fondo del piso justo en frente, la oficina de su padre con el dentro. Nada en el edificio había cambiado desde la última vez que había visto, la misma secretaria con esa dulce sonrisa. Luego de estar un tiempo ahí viendo lo que sucedía con su padre fue al trabajado           de su madre, pero esto fue diferente, ya no estaba en el piso de cirugía ni en medicina, como era cuando ella vivía, no trabajaba en el hospital, si no en la universidad impartiendo clases y sentada al final del salón escuchaba a su madre dar clases, sonriéndose de ver como habían avanzado.

Solo quedaban dos personas que ella quería visitar, pero esta vez fui guiada por Migue y caminaron hacia un parque. En una banca sus dos viejos amigos estaban sentados como si esperaran a alguien, sus ojos se llenan de lágrimas solo de verlos a ambos, Miguel y Daniel la tomaron de la mano y la llevaron junto a sus amigos, que al verla creyeron que todo era un sueño, no podían creer que tenían enfrente a la chica que mas habían querido en el mundo. Extrañamente la apariencia que ella había estado teniendo frente al mundo cambio al verlos y lucia exactamente como hace 13 años, solo abrazo a ambos que aun seguían estupefactos antes la escena, pero Daniel advierte.

-          Disfruten el día con ella, será la última vez que la vean, ella los necesita – pronuncia con seriedad.

-          Para mañana en la mañana cuando despierten, esto habrá parecido un sueño – Miguel expresa con una sonrisa.

Ambos ángeles desaparecen, Roció y Manuel solo la miraban, pero la darse cuenta que en verdad la tenían en frete la abrazaron con más fuerza que ella y no pudieron evitar llorar. Luego de un rato de llanto de las tres partes anastasia decide hablar.

-          Al parecer me he trasformado en el ángel guardián de mi hermano y este se ha enamorado de mi, aunque creo que ese era el fin. La verdad ni yo entiendo lo que está pasando, mi familia y todo a su alrededor fue un verdadero desastre tras mi muerte y es tenía que parar.
-          Para todos fue doloroso, nadie lo vio venir, el mundo se me vino encima…  - menciona Manuel mirando sus manos.
-          La verdad, yo estuve en negación mucho tiempo, después me sentí culpable, casi me muero y con mi papá que estaba entrando en desesperación.
-          Tenemos lo que resta de este tiempo para recuperar un último día.
-          Aunque es un poco tarde, son las tres… y entro a turno a las ocho.
-          Vallamos al cine, luego a cenar y que el resto salga como debe salir.

Los tres chicos salen rumbo al cine, como si el tiempo hubiese retrocedido, como si las desgracias nunca hubiesen llegado. Los tres vivían durante esas horas como en un sueño del cual no querían despertar, porque sabían que si lo hacían perderían a la persona más importante que paso por sus vidas, pero la hora del fin se acercaban.

-          No quiero que esto acabe.
-          Solo disfrutemos lo que nos queda, olvidemos la hora hasta que se cumpla el plazo.

Y así lo hicieron el tiempo se volvió eterno, pero Roció sabía que sobraba y con un abrazo se despide de su amiga para siempre, se da media vuelta para tomar su camino y en su mente escucho “Siempre serás mi mejor amiga, es hora de que continúes sin mí, lo que paso, paso, nada de lo ocurrido ese día fue tú culpa”, Rocío solo giro pero ambos ya no estaban ahí.

-          ¿Qué hacía aquí?
-          Gracias amor por esperarme, nos vamos.
-          Cielo, nos vamos.
-          Espero que esto le ayude a continuar de verdad, Daniel o habremos faltado a las reglas por nada.
-          Tranquila Ariel, tanto ella como sus amigos necesitaban una última despedida.

Manuel y Anastasia vivían sus últimos momentos juntos, disfrutando lo que se les había arrebatado con la muerte. Entre palabras y el no querer alejarse el uno del otro, la hora llegaba a su fin, y sellando así su último momento juntos con un beso, pero manual al abrir los ojos Anastasia ya no estaba en frente de él, solo estaba en frente de la clínica en al que trabajaba a punto de entrar a turno.

-          Manuel ¿entras?
-          Mira su mano – si, ya entro, solo creí ver un fantasma.
-          Estará bien ¿verdad? – pregunta anastasia algo preocupada.
-          Lo estará, por algo te enamoraste de él.
-          Tengo que ir con Alex, creo que hoy fui demasiado distante de él.
-          Ve con cuidado.

Anastasia fue en buscarlo a su casa, pero él ni su hermana estaba ahí, así  que supuso que fueron a buscarla a su casa y supuso bien, cuando llego ahí estaban sentados en las escaleras del edificio y ella solo corre a abrazarlo. Con las cosas más en calma ambos se despiden, Natalia la abraza muy fuerte y le dice que deje de ser de repente tan misteriosa y que le recuerde a Migue que mañana tienen examen, con un gran abrazo ella de despide de Alex, él deja su preocupación de lado y toma el camino a casa una vez más, pero es ahí donde ella se da cuenta que se le ha quedado el bolso con sus cosas adentro, Anastasia le grita por el bolso, deja a Natalia al otro lado y el corre a buscarlo, sin darse cuenta del vehículo que venía.

-          ALEEEEX….

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