El recuerdo de Anastasia
La ambulancia había llegado, pero Alex ya
había perdido mucha sangre, Natalia había quedado en estado de shock donde
no respondía a nada, era un cuerpo que se movía por que era movido por otros, Samanta
subió a la ambulancia con Alex. Mientras que Miguel iba de atrás con ella, que
aun no reaccionaba, en una patrulla al hospital, en tanto los padres de Alex
estaban siendo notificados del accidente de su hijo, ninguno de los dos podía
entender que la historia se repitiera, ambos partieron al hospital que les
habían dicho que llegaría la ambulancia, pero en el inconciente de Alex, varias
imágenes lo perturbaban, pero no era imágenes a las que el temía, si no que
eran cálidas y lo único que lograban es que no quisiera despertar.
Su
inconsciente intentaba hacerle recordar a Anastasia. Los recuerdos vivos de su
infancia vivían en su mundo de sueños. Y entre sueño y sueño se vio siendo un
niño.
-
Alex, ¿me acompañas a
comprar? – Dice Anastacia, con una gran sonrisa en el rostro.
-
Yo voy contigo, espérame –
dice el pequeño Alex.
-
Anastacia lleva de la mano a
Alex, que no se suelte me oíste- Dice la madre de ambos.
-
¡Siiiiiiiii! No preocupes
mamá cuidare a este angelito -dice Anastacia muy feliz- vamos Alex – se
toman de la mano y salen de la casa.
En el mundo
conciente, el medico que atendía a Alex
hablaba con los padres de este, sobre el estado actual de su hijo, y las
noticias no eran para nada alentadoras. El médico que le entendía explicaba su
estado como irreversible que había que prepararse para lo peor, las horas que
venían eran cruciales en su vida, si sobrevivía o no. Pero las consecuencias de
vivir serian altas, no se estaba seguro en el estado que quedaría, podía ser inválido
en el mejor de los escenarios hasta en
un estado vegetativo permanente, esto solo había que pensarlo si sobrevivía, pero
el médico no les daba muchas esperanzas a los padres de Alex. Por más que ellos
le rogaban que tenía que salvarlo, el padre de Alex deja de insistir en ello
cuando, mira a los ojos al médico, al
que había sido el novio de su hija, viendo en el el mismo sufrimiento y solo
pidió ver a su hija menor, la cual no había salido del estado de shock y no
reaccionaba a nada y lo único que habían hecho era dormir, esperando que
despertara de trauma, le indico a una enfermera que llevara a ambos a la
habitación de su hija, pero antes de que ellos se fueran, les preguntan por los
dos chicos que habían entrado, ellos solo responden amigos de escuela sin
voltear la cabeza y continúan su camino
-
no otra vez, primero
Anastasia, ahora Alex… Ani, te extraño- saca de su bolsillo una vieja
foto y la mira con lágrimas en los ojos, levanta su mirada y ve entrar a su
sobrino
Mientas en los recuerdos de Alex, el veía
lugares, personas que no recordaba, momentos tan felices, que en su estado
conciente no podía recordar, minutos en que su familia era realmente una
familia unida y alegre, donde no habían conflictos, que comprometieran el
estado psicológicos de alguno de ellos.
Uno de esos
recuerdos despertó algo que había olvidado, era una escena tan extraña como
real, el veía a su hermana Anastasia que le traía el recuerdo de Samanta a la
vez, pero el era un niño y era llevado de la mano por su hermana mayor,
caminaban por la calle y ella le decía que hoy le presentaría un buen amigo,
con el cual podría jugar siempre, él era el sobrino de su novio Manuel, el cual
le esperaba en un restaurant, junto con su futuro mejor amigo, cuyo primer
encuentro él había olvidado producto del dolor. En ese momento Manuel le
presenta a Alex a su sobrino Tomas, que exactamente de su misma edad, el solo
hecho de verse entendieron que serian amigos toda la vida, y era claro en la
sonrisa de ambos jóvenes cual sería el producto de ese encuentro entre dos
niños.
-
Hermana, Te quiero, Manuel
gracias por traer a Tomas seremos amigos para toda la vida- dice Alex
alegremente.
Pero el mundo
consiente, el mejor amigo de Alex estaba a su lado, ese mismo niño que un día
dijo cuando fueron presentados que sería amigos toda la vida.
-
¡Alex! no te puedes morir… no
puedes, no quiero perder a mi mejor amigo- con lagrimas corriendo por sus
mejillas- por favor Alex no puedes, dijiste cuando nos cocimos que seríamos
amigos todo la vida, no puede ser que toda tu vida sean 17 años, Alex, no puedes
morir, te lo prohíbo- llorando, te lo prohíbo.
-
¡Tomas, debes salir! no
puedes estar más con el- dice el Dr. Montenegro
-
Esta bien, tío- dice Tomás,
se seca las lágrimas y sale.
Durante toda la noche, Manuel vigilaba los
signos vitales de Alex, pero nada parecía cambiar. Pero Alex logra pasar la
noche, pero en vez de mejorara sus signos vitales fueron cayendo poco a poco,
sin que nadie pudiera hacer nada, solo mirar como un joven estaba muriendo poco
a poco, pero una luz iluminó el cuarto cuando nadie estaba mirando, era
Samanta.
-
Alex despierta, ya has preocupado
demasiado a nuestros padres, despierta,
Alex abre los ojos al fin, y solo distingue
una silueta, que trae a su mente el recuerdo de su hermana.
-
¡Anastasia!
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