Black Gate Op.

Guten tag, bienvenidos de vuelta a MNIW (no ni de chiste iba a poner el nombre completo), henos aquí de vuelta en mi pequeña sección de debate y debacle en las cuales introduzco mi texto y la temática. Pero antes de eso, quisiera agradecer a Anama por comentar en mi texto, tiendo a usar ese lenguaje por mi gusto por la literatura shakesperiana, las palabras saben gracioso cuando las expreso de maneras que rara vez uso en el mundo real. Perdona a Miki por ser una inútil que hace que Opera no funcione como el blog (no sabe si ella tuvo algo que ver si quiera).

Listo, con eso detrás este nuevo texto será una serie en realidad. Habrá un número de historias bajo el mismo formato, o eso espero, que describirán las historias de este el recién inaugurado Asilo Blackgates. Esta es solo una introducción al lugar y si saben leer entre líneas quizás noten algún par de cosas que volverán a aparecer a lo largo de las historias.

(Aaammm... releí esto y encontré sarta de errores al punto de comprometer mi amor propio como ser humano. Disculpen aquellos que lo tuvieron que leer así, pero creo ya haber erradicado todo eso. Perdonen el desperdicio de su tiempo.)


Doblan las campanas de la parroquia, sitio sacrosanto de los peregrinos que la frecuentan. Sacristanes en la parroquia abren sonrisas para los visitantes dominicales. Caminando unos metros hay una pequeña panadería, la cual aromatiza las calles con dulces aromas de canela, calor y dulce. Familias y alguno que otro trabajador compran su bocadillo matutino, atendidos cálidamente por el dueño y su familia que entregan pan caliente en bolsas marrones de papel. El parque que vigila por sobre de estos dos lugares, niños riendo, hombres y mujeres jóvenes corriendo, personas adultas sonriendo; todos contentos ante la luz del radiante sol mañanero. La escuela con primaria hasta liceo se oculta entre sombras, abandonada por los alumnos quienes en regocijo pueden evitarla por un par de días.

Este pequeño centro de ciudad tan vivo y hermoso ante los ojos de los puros de corazón que gozan de los placeres simples, están a punto de ser teñidos de sombra. Las rodadas de una camioneta negra de sin vidrios laterales, los vidrios del conductor y pasajero frontal polarizados en sombra evitando las miradas curiosas de los habitantes quienes notaban lo extraño que se veía un vehículo así rondando por tan apacible vecindario. La única pista era el símbolo de una B en mayúscula, adornada con la silueta de un cuervo. El asilo Blackgate, más viejo que la panadería de cuatro generaciones, o que incluso la capilla misma construida a mano en el renacimiento. Este asilo ha fluido por los años bajo varios adjetivos, desde asilo, prisión, casa de torturas, y todos aquellas casas oscuras que albergaban tal pus humana pululante desde el inicio de los tiempos.

En su pasado Blackgate comenzó como una simple casa de entretenimiento para los asquerosamente ricos. Reyes y nobles de Medievo que utilizaban la casa para su enajenamiento personal. Esclavos sin nombre, prisioneros de guerra y demás gente indeseada era arriada a la casa como ganado, todo para ser sacrificados a gusto y preferencia del noble que pudiese pagar por el lujo de extinguir una vida humana con sus manos desnudas. Luego de las inquisiciones este lugar fue condenado y los pocos nobles que pudieron ser culpados de algo fueron quemados vivos por su herejía. Pero al tener tan bello lugar de torturas ya edificado y preparado para los inquisidores, que les prevenía de usarlo como propio para sus “investigaciones”. Así Blackgate recibió un nuevo semblante defendido bajo el manto de un dios asesino y sanguinario dispuesto a matar a los infieles.

Tan practico el amor eclesiástico, que puede ser clamado y retirado de las personas a gusto y voluntad de los círculos internos de la fe.

Pero con las épocas y los adveníos de la ciencia el lugar no pudo sostenerse más y termino abandonado. Un par de décadas transcurrieron hasta que un adinerado hombre decidió abrir el lugar como un hospital, mas no del tipo que servía como alimento y refugio de los enfermos. Si no aquel prestaba servicios a la ciencia para desmembrar a los muertos, dejando escurrir su sangre al piso en nombre de un bien mayor.

El edificio lentamente se había acostumbrado a la sangre que lo impregnaba, adquiriendo el conocido aroma ferroso de la sangre. En algún momento algún industrioso de los 1800’s pensó que el lugar seria un bello hotel, mas sin embargo el fracaso lo embarco cuando varios de los visitantes desaparecían inexplicablemente, y al final solo reaparecían para infundir terror en los ojos de los desafortunados que tropezaban con los magullados cadáveres de lo que en algún momento fue otra vida humana. Irises se han tornado grises por imágenes escalofriantes que se suponía solo debían ocurrir en la imaginación del demonio mismo.

El lugar maldito paso de mano en mano siempre rebelde ante aquellos que querían hacer relucir la belleza de sus paredes, y siempre dando un tono oscuro a quienes solo lo veían por lo que era, una fortaleza impenetrable para lo oscuro y macabro. Pasando décadas cambiando de letrero en su frente, pero aun remitiéndose a desgarrar y mutilar como negocio, llegando el día en que se había convertido en un asilo para los peligrosamente psicóticos.

En el principio estaba solo en un baldío ártico, perfecto como prisión natural, congelando el aliento de los pocos insensatos que buscaban escapar de su infierno terrenal; tan irónico como pudiese ser. Pero con el progreso la vida urbana fue lentamente poblando el desierto ártico, hasta pronto rodear aquel viejo palacio de tormentos. Ahora solo una montaña, un riachuelo y rejas alejaban un lugar tan bello, donde comenzamos, de las manos de los dementes y desquiciados que Blackgate “trataba”.

La camioneta negra doblaba por el puente del río, el cual se abría para impedir el acceso de los indeseables, así como fortalecer las defensas para evitar algún escape. La imagen del vecindario agradable se ha quedado atrás, y ahora unas enormes puertas de acero se abren dando paso a aquel abandonado castillo de donde las pesadillas mas fúnebres emergerán para festín de quienes posean suficiente estomago, agallas y tan poca alma como para disfrutar el retorcer de sus ficticios hermanos humanos…

1 comentarios:

anama dijo...

Realmente una narración escalofriante, que promete ser el sustento de muchas pesadillas.

^_^

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