MI ÁNGEL 3

 La Sonrisa del Recuerdo



 Al llegar los padres de Samanta esa magia que había entre ambos se perdía, ya que con ellos presentes les era muy difícil concentrarse en observarse mutuamente, además por el lado de ella debido a que no podía demostrar ese sentimiento por él ya que podrían remplazarla; ella no podía enamorarse de su misión, es decir de Alex. Mientras que en la salita de estudio, Natalia y Miguel hablaban amenamente en vez de trabajar, pero al igual que sus hermanos fueron interrumpidos.

-          Bien, es hora de que te vallas- Mira el computador y la primera hoja- creo que no hicimos nada y el trabajo es para el viernes- en un tono un tanto estúpido.

-          Bien- con una pequeña sonrisa -  mañana nos vemos, ahí nos ponemos de acuerdo a que casa ir  para terminar el trabajo- mientras el la miraba miguel con ternura y ella un poco más animada de lo que había llegado esa tarde.    


Ella sale de la salita de estudio y su hermano la esperaba en la puerta del departamento, el toma de la mano a su pequeña hermana y bajan por el ascensor hasta los estacionamientos, pero él no es capaz de decir una sola palabra, no era por nerviosismo ni nada parecido, solo que no tenía nada que decir. Siguieron con sigilo  a Daniel a través del frio estacionamiento  y subieron al auto en silencio y un olor llego como una pequeña bofetada pero no fue desagradable, al contrario, era relajante. Ambos hermanos se sintieron en el cielo, Daniel había notado que ambos se habían relajado, y mirándolos a ambos este sonrió y prendió el auto, el camino a casa de Alex fue muy callado Daniel sólo tendía a mirarlos de reojo.

Al llegar a la casa de ambos hermanos él se dio cuenta que se habían quedado dormidos en el trayecto.

-          Alex… despierta, ya llegamos a tu casa, Alex – decía insistentemente el hombre hasta que joven por fin abrió los ojos.

-          Mmm… ya llegamos, me quede dormido – decía este aun adormecido y con ganas de seguir durmiendo- brujita despierta – empieza mecerla- llegamos, no va  a despertar –  con mucho sueño- ¿como supo donde vivía…?

-          Dos cosas dirección y GPS, haber sale del auto. Voy a tomar a tu hermana en brazos y la llevare  a dentro-.

-          Buenas noches, soy el padre de Samanta, no pude despertar a su hija en el auto, creo que tiene el sueño muy pesado-  con un tono pasivo y tranquilizante.

-          No se preocupe, gracias por traerlos, démela, yo la llevaré a su cuarto – El padre toma a su hija  y se va caminando por el pasillo hasta su cuarto.

-          Bueno, yo me tengo que ir, Alex, Señora – se despide  cortésmente y se retira.

-          No debiste llegar tan tarde Alex, para tu hermana no es bueno- Dice la madre tranquilamente- bueno es mejor que te vallas a la cama, buenas noches hijo- ella dice esto con entorno que hace mucho tiempo no escucha, un tono maternal.

-          Buenas noches mamá- y una sonrisa extraña se dibujo en ambos y él se retira..

-          Alex se fue a la cama- mientras ella se miraba las manos..

-          Karina., mírame – compresivamente- deja de sentirte culpable, nadie tiene la culpa de o que le pasó a Anastacia, lo que pasó tenía que pasar- Ambos se miran y se sonríen.

-          Esa niña, Samanta, su sonrisa me recuerda a la sonrisa de Anastacia, es tan dulce como la de ella – menciona Karina – el sólo verla me hizo recordarla- mirando la luna que se veía por la ventana.

-          A mi también, y creo que a Alex también.

Esa noche ambos padres se acostaron pesando en su hija, aquella que los había unido para toda la vida, aquella chica que había sido capaz de dar la vida por su ser más querido, su hermano menor, el cual había bloqueado todo recuerdo que existe de ella en su memoria.

1 comentarios:

anama dijo...

:O que potente la historia.
Seguiré leyendo ^_^

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