Traición

Me presento una vez más, ya adentrado en las publicaciones del foro Mirai no Ilusiones. Trataré hoy día sobre un tema relativamente simple, y conocido para todos, pero tratado por prácticamente nadie. Nada menos que el tema de la Traición.

Para comenzar, hemos de definirla:

¿Qué es la traición?

Todos conocen el concepto específica y estrictamente como "Algo que rompe las promesas y acuerdos establecidos entre dos o más partes". Aún así, no lo es todo. Tal como en todo género humano nunca es tan simple, y nunca hay una sola cara a la moneda, ni un sólo color del espectro que define las emociones y aspectos relacionales.

Teniendo en cuenta que una promesa es "Un consenso hecho entre dos o más partes, que establece ciertas reglas entre ambos, las cuales no deben ser rotas", tenemos lo que se conoce naturalmente como Acuerdo de Palabra. Pero la palabra es frágil, distinta del papel y la tinta. ¿Qué hace a la palabra realmente sólida, y por ende a la promesa? Nada, excepto el concepto en que se basan las promesas.



Confianza.

Prácticamente el antónimo de la traición misma es la confianza, y la confianza es algo aún más amplio y difícil de definir que una traición, porque, mientras la traición es un suceso específico, sea mínimo, particular, y temporalmente indicado en un instante, la confianza es algo duradero, confuso y nebuloso de establecer en cuanto a duración, en cuanto a cantidad, y en cuanto a naturaleza.

¿Qué es la confanza, por otra parte?

Confiar significa otorgar completa consideración ciega en que la otra persona no hará nada malo hacia tu persona, ya sea con tus secretos, con tus posesiones, con todo lo que le has dado, y en general, que no obrará en tu contra. Y aquí es donde entra la dificultad para determinar la traición como algo simple y puntual.

Todo tipo de ruptura a la confianza cuenta como traición. O vale decir, que cualquier forma de inferir en contra de la lealtad (Que es un sub-aspecto, si es que no sinónimo de la confianza misma) hacia una persona, es traicionarla. Preferir a otros, divulgar sus secretos de forma indirecta, preferir ayudar a otros antes de la persona cuya confianza fue recibida y a la cual se le otorgó abiertamente y en una manera que la persona original pudiese necesitarlo más. Todo acto que indique sentir una cosa hacia la persona, y luego rompa directamente dicho sentimiento (Decir X, y luego hacer Y), cuenta como traición. Apartar a la persona, omitirle datos, o alejarse cuidadosa y sutilmente, todas estas cláusulas vacías rompen la promesa inicial, derivando últimamente en traición.

¿Al final, cómo se puede confiar en alguien entonces? ¿Y cuando no hay traición de ninguna forma?

Únicamente cuando no se hace ningún acto para romper la lealtad, y las promesas entregadas con la persona. Confiar en alguien permite que alguien confíe en tí, es un pacto de doble vía, una doble atadura que funciona bien siempre que nunca se rompan las reglas, y que sí se hace, sea en bien del pacto, y no en contra de este. La confianza existe cuando la comunicación es correcta y sincera, y la traición desaparece finalmente cuando ambos sacrifican algo por el otro, llevando un punto en donde la traición ya no es posible.

Más, aún así, existe la duda, otro aspecto, que puede afectar en esto. Tal vez sea la duda lo que pueda romper un pacto ideal, o llevar a la traición inicialmente, a sentir la paranoia de dicha por parte del otro, o a cometerla en primer lugar. Dudar en vez de creer, y traicionar en vez de confiar.

Y es por eso, que la naturaleza humana es tan fascinante, y a la vez no es de fiar.

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